martes, 27 de octubre de 2015

Las matemáticas en la naturaleza







Las matemáticas están presentes en la naturaleza, mucho más de lo que podemos imaginar. Formas, proporciones y crecimientos; infinidad de elementos naturales siguen un orden matemático, un patrón. Uno de los casos de estudio más curiosos es la aparición de la sucesión de Fibonacci en muchos elementos naturales.

Hoy les traemos varios ejemplos:

El 28 de octubre de 2012 a las 6:45 PM EDST, el decimoctavo ciclón tropical de la temporada 2012 adquiría la forma de la espiral de Fibonacci. Era el huracán Sandy.

                                                
También es curioso comprobar que si observamos las hileras espirales de escamas en una piña, se pueden contar 8 espirales enrollándose hacia la izquierda y 13 espirales que lo hacen en sentido contrario. O también 13 hacia la izquierda y 21 hacia la derecha.También se pueden dar otras parejas de números, pero en cualquier caso se tratan de números consecutivos en la famosa sucesión de Fibonacci


La longitud de tus falanges también sigue la sucesión de Fibonacci:


 La sucesión de Fibonacci en la que cada cifra esta compuesta por la suma de las dos anteriores es constante en la naturaleza. Sirve de ejemplo el girasol, que aprovecha esta serie para optimizar la recogida de luz solar

El romanesco es un tipo de coliflor con una estructura muy peculiar, formada mediante fractales. Es decir, a partir de figuras geométricas cuya estructura básica se va repitiendo a diferentes escalas.
                                        
                
Los hexágonos de las colmenas tienen una sencilla explicación, esta figura es la que mejor optimiza el almacenaje. De hecho se forma automáticamente al 'apretar' muchos círculos.

La calzada de los gigantes, así se llama esta curiosa formación basáltica de Irlanda del Norte, que también recurre a los hexágonos, formados a alta temperaturas por el mismo principio que rige el panal: muchos círculos apretados forman esta figura.

                                            
Aunque las arañas no sepan sumar, son capaces de formar triángulos mientras tejen sus telas, que posteriormente van dividiendo por la mitad hasta crear la reconocible estructura con la que capturan a sus presas.

                             

Algunos moluscos viven en el interior de las conchas, que crecen con ellos formando un espiral logarítmica como la de la imagen.

                                      
La proporción áurea es una de las constantes más omnipresentes de la naturaleza. Se encuentra en muchas partes de nuestro cuerpo, por ejemplo, al dividir nuestra altura por la distancia que hay desde el ombligo al suelo.

                       
Algunos seres vivos hacen números desde el primer momento de su existencia. La primera célula del embrión se va dividiendo exponencialmente  hasta alcanzar las 64 células.

Geometría definida en una naranja                       

Al cortar una naranja por la mitad, se ve una circunferencia con los radios definidos. La geometría está presente en todas las plantas, con proporciones casi perfectas. El diámetro de la copa de un árbol se corresponde con el de su conjunto de raíces, y las hojas forman pequeñas circunferencias.


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